Colamos esta entrada do blogue "Vida de Perrxs" da escritora anarquista Layla Martínez. Traducimos só o texto de Layla e mantemos na súa ligua orixinal o poema de Roberto Juarroz ao que fai referencia.
El hombre es siempre
el constructor de una cárcel.
Y no se conoce a un hombre
hasta saber qué cárcel ha construido.
Algunas veces parece solo la propia,
pero siempre es también la de otros.
Y no le basta con construir la prisión:
aporta también el carcelero.
el constructor de una cárcel.
Y no se conoce a un hombre
hasta saber qué cárcel ha construido.
Algunas veces parece solo la propia,
pero siempre es también la de otros.
Y no le basta con construir la prisión:
aporta también el carcelero.
Non sei se vos pasou algunha vez que un poema, unha canción ou un fragmento dun relato vos golpee xusto enriba do estómago. A min pasoume con este. Busco a nota biográfica que vén ao final do libro. Son só unhas poucas liñas cheas de datos, coma se eses datos puidesen dicir algo de quen foi Juarroz. Leo que estudou Biblioteconomía, que deu clases, que foi bibliotecario, que viviu en París. Ningún deses datos me dá pistas sobre por que Juarroz escribiu ese poema, sobre como descubriu que construímos cárceres para encerrarnos nelas. Non obstante, entre todos eses datos, hai un que me chama a atención. Ao longo da súa vida, Juarroz escribiu catorce poemarios, e a todos eles os chamou "Poesía vertical". A biografía de Juarroz pode trazarse seguindo o fío de todos aqueles poemarios, sempre co mesmo título. O único que permite diferencialos é o número: Poesía vertical, Segunda poesía vertical, Terceira poesía vertical e así ata a Décimocuarta poesía vertical, publicada só un ano antes de morrer. Leo ese dato na nota biográfica de Juarroz e entendo perfectamente por que Juarroz sabía tanto de cárceres, que o fixo comprender que todo home é a historia das súas prisións.
Lo único que el hombre no pone
es el material para hacer la prisión,
porque sobra en todas partes.
Pero hay otra cosa
que no sabemos quién la pone:
el combustible para el incendio.
Porque si todo hombre es la historia de sus cárceles,
la lamentable historia de un ex presidiario
que vuelve a su prisión
o inaugura otra,
a veces es también la historia de quemarse
al incendiar la mayor de sus prisiones.
O ni siquiera la mayor:
la que estaba en el límite.
es el material para hacer la prisión,
porque sobra en todas partes.
Pero hay otra cosa
que no sabemos quién la pone:
el combustible para el incendio.
Porque si todo hombre es la historia de sus cárceles,
la lamentable historia de un ex presidiario
que vuelve a su prisión
o inaugura otra,
a veces es también la historia de quemarse
al incendiar la mayor de sus prisiones.
O ni siquiera la mayor:
la que estaba en el límite.
Tecleo o nome de Juarroz no buscador para saber máis sobre el, pero detéñome xusto antes de darlle ao intro. Non estou segura de querer saber máis cousas. É posible que, se sigo buscando, acabe descubrindo como Juarroz chegou a coñecerme tanto, como soubo que tiña que escribir o que eu necesitaba ler. É posible que me encontre co meu nome enterrado no medio de todos eses datos, cunha foto da terraza na que estou a ler. E creo que prefiro non o facer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario