El pasado 2 de octubre se cumplían dos años de que la justicia francesa suspendiera el régimen de semilibertad del que gozaba desde septiembre del 2007 este irreductible preso político. En conmemoración de tan lamentable aniversario, desde la prisión de Muret, redacta el escrito que más abajo reproducimos.
Jean Marc Rouillan, de 58 años, fue miembro fundador de los GAC (grupos autónomos de combate), más conocidos como MIL (movimiento ibérico de liberación) y, al disolverse estos, de los GARI (grupos de acción revolucionaria internacionalista), que actuaron contra los intereses de la España franquista en Francia y otros países europeos; de la unión de los GARI y los NAPAP (siglas en francés de grupos armados por la autonomía proletaria) nace Acción Directa, organización armada autónoma que desempeño una campaña de audaces atentados por el territorio francés entre 1979 y 1987, año en que es definitivamente detenido Rouillan (ya había sido capturado en 1980 y amnistiado en 1981) como integrante del último comando del grupo. Fue condenado a cadena perpetua acusado de varios asesinatos de los que jamás se ha arrepentido, pues siempre ha sido consecuente con su trayectoria militante. Desde la cárcel escribió varios libros y realizó colaboraciones en diversas revistas.
Obtuvo la semilibertad a finales del 2007 tras más de 20 años encerrado bajo un terrible régimen de aislamiento.
En octubre del 2008 vuelve a prisión acusado de incumplir los términos de su régimen penitenciario, que le prohibía hacer declaraciones en relación a los hechos por los que fue condenado. La razón fue una entrevista al semanario L,Expres, publicada en octubre del 2008, en la que Jean Marc, preguntado por si sentía arrepentimiento por la ejecución del empresario Georges Besse, responsable de 50.000 despidos en la fábrica de Renault, realizó la siguiente declaración: "Tengo prohibido expresarme sobre eso... Pero el hecho de que no me exprese ya es una respuesta. Pues es evidente que si escupiese a la cara de todo lo que hicimos podría expresarme. Esta obligación de silencio nos impide también hacer un verdadero balance crítico de nuestra experiencia”. Desde entonces sigue entre rejas.
A continuación reproducimos este nuevo escrito que nosotros hemos extraído del boletín de difusión, debate y lucha social “Tokata”:
Dos años de encarcelamiento por unas palabras… Yo que a partir de Mayo del 68 opté por las armas y la acción revolucionaria, aquí estoy, a los 58 años, encarcelado sólo por hablar ¡Qué ironía!
Los magistrados del antiterrorismo dan así la razón al adolescente que yo era cuando, como otros miles en toda Europa, hice esa elección por estimar que era imposible actuar de forma revolucionaria dentro de los límites de la política burguesa. En lo que a nosotros se refiere, en este sistema, no se puede hablar libremente más que a condición de que balbuceemos lo que dictan los amos.
Cegados por sus certezas reaccionarias, los jueces apuestan, satisfechos de la desdicha que causan por doquier, por la desaparición definitiva de una verdadera oposición de extrema izquierda en nuestros países. Una oposición de clase capaz de estropearles el apetito a los depredadores que se apoderan de los frutos del esfuerzo de los trabajadores. Una oposición lo bastante consecuente como para reuanudar el polo político de los explotados.
Se quiera o no, mi detención revela los miedos que atormentan siempre a los gobiernos de los países imperialistas. Su temor al fantasma de la resistencia. Mi detención resulta de la voluntad de aniquilar cualquier atisbo de una alternativa radical para que ocupen su lugar las costumbres rituales de peticiones respetuosas y manifestaciones-paseo, de la verborrea hemiplégica de los “más a la izquierda, te mueres”, de las acciones sin futuro y de las comedias de ruptura con el sistema y sus acompañamientos.
A pesar de todo, la lucha continúa: cada combate, cada escaramuza, cada rechazo, trae en su seno una alternativa revolucionaria. He aprendido de nuestros fracasos. Pero nunca me he dicho que son los mas fuertes, que ya no hay nada que hacer. Jamás he renunciado a difundir nuestra experiencia combativa. Y asumo toda la responsabilidad política de nuestras acciones pasadas.
Dos años de encarcelamiento por unas palabras… Mi detención reposa sobre la arbitrariedad. Que es también el fruto “ordinario” de la proliferación de leyes y decretos liberticidas. Mientras los gobiernos organizan la impunidad de los patrones granujas y millonarios ladrones, multiplican las leyes que endurecen la relación de fuerza contra los explotados. No pasa un solo año sin que se haga votar a toda prisa (y muchas veces a escondidas) una ley o una enmienda dando una vuelta más de tuerca.
Los tribunales de excepcioón y las brigadas antiterroristas enmarcan el autoritarismo de este Estado Policial. Son su expresión omnipotente. Pero hoy en día los tribunales “ordinarios” –que expulsan a los Rom y a los trabajadores extranjeros, que declaran inocentes a los policías asesinos, que encarcelan a paletadas a la gente de los barrios– introducen la arbitrariedad en cada relación “ordinaria” de los mas pobres con el Estado, en coordinación con toda la retahíla de brigadas especiales –que controlan por el color de la piel, cachean, apalean y juegan con sus porras eléctricas y sus pelotas antidisturbios–. ¿Hasta dónde vamos a aceptar la dictadura “ordinaria” de la extrema derecha?
¡Si este Estado hubiera buscado darle aún más sentido a mi vida militante, no habría podido apañárselas mejor! Se lo agradezco tomando prestadas las palabras del poeta Heinrich Heine: “El odio de mis enemigos puede servir como garantía de que hasta hoy he desempeñado ese empleo fielmente y con honor. Me mostraré siempre digno de este odio”
Y para concluir este segundo aniversario, agradezco, desde el fondo de mi celda, a todos los compañeros, amigos y desconocidos que incluyen mi liberación en su proyecto de emancipación revolucionaria.
Jean Marc Rouillan
Centro de dentención de Muret
Más información:
http://nlpf.samizdat.net
http://www.action-directe.net
En castellano
8 oct 2010
Texto de Jean-Marc Rouillan a dos años de su regreso a prisión
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario