21 jul 2010

Dos muertes en Francia por balas de la policía, uno en Grenoble y otro en Saint-Aignan, originan violentos disturbios en ambas ciudades.


Las calles francesas vuelven a ser el escenario de violentos disturbios tras sendos asesinatos de delincuentes comunes por parte de elementos policiales. Grenoble fue la primera de las ciudades que amaneció en llamas tras conocerse la muerte de Karim Boudouda, de 27 años, durante la persecució que siguió al atraco en el casino de Uriage-les-Bains el 16 de julio. Ochenta coches fueron incendiados, muchas tiendas saqueadas y se intercambiaron disparos entre manifestantes y policías al conocerse la noticia en el barrio del fallecido.
Poco más tarde le tocaría el turno a la ciudad de Saint-Aignan, donde la policía dio muerte al joven gitano de 22 años Luigi Duquenet , ocasionando fuertes enfrentamientos entre familiares y amigos del muerto y fuerzas del orden. Unos 50 encapuchados, armados con hachas y barras de hierro, atacaron la comisaría e incendiaron coches, derribaron árboles, saquearon una panadería y destrozaron el moviliario urbano. Hasta 300 militares fueron desplegados para calmar la situación.

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