¿Quién es Emilio Pinto, presidente de la Fundación O´Belén?

extraido de klinamen
Emilio Pinto, presidente de la Fundación O´Belén, no se ha dedicado siempre a los niños. Nació en Sigüenza en 1965 e inicialmente ejerció como político profesional, siendo cabeza de lista del Partido Popular y concejal en esa misma localidad.

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Pese a que Pinto se presenta habitualmente como “terapeuta”, lo cierto es que sus únicos estudios conocidos consisten en la diplomatura de magisterio, obtenida a través de la universidad privada Cardenal Cisneros, donde su hermano Antonio Pinto es profesor.

Emilio Pinto decide dar el salto al mundo de la infancia con las privatizaciones de servicios sociales que se producen en la década de los 90. En 1999 constituye junto con varios colaboradores relacionados con el ámbito político y empresarial la Fundación Internacional O´Belén, destinada a constituirse en su principal fuente de ingresos directos e indirectos. Le ayudan en esta empresa José Morales, directivo de Ibercaja, Monseñor Ureña, arzobispo de Zaragoza, Manuel Pizarro entonces presidente de Endesa y una lista de inversores inmobiliarios y financieros que había conocido durante su paso por la política. Como gestores se incorporan otros políticos locales: Jose Carlos Moratilla (ex presidente de la Diputación de Guadalajara), Carlos Moreno (portavoz de los no adscritos en la Diputación tras ser expulsado del PP) y María Calvo (ex concejala del PP en Guadalajara).


La Fundación O´Belén comienza su andadura económica en la provincia de Guadalajara, donde gracias a los contactos de sus impulsores se hace con la concesión de importantes contratos para gestionar centros de menores. El modelo de negocio se basa en contratar personal pobremente cualificado ofreciendo salarios muy por debajo de lo establecido en el sector. Los centros son edificados por algunos de los empresarios “altruistas” que le acompañaban en 1999, concretamente el Grupo Lávaro recibe importantes sumas de la administración sin tener que pasar por los concursos requeridos en el pasado, puesto que ahora es Pinto el encargado de decidir a quién se asignan los fondos públicos obtenidos bajo el manto de la fundación. A los niños y niñas “antisociales” que se interna en sus centros se les mantiene con los mínimos medios posibles, reduciendo los costes drásticamente y alegando para defender las condiciones inhumanas en que se les mantenía que éstas potenciaban la “re-educación” y la “contención”.


O´Belén sale a la luz en 2006, cuando varios trabajadores del centro Casa Joven (Azuqueca de Henares) son despedidos de forma improcedente tras poner en conocimiento de la Junta de Castilla La Mancha los malos tratos cometidos allí. La fundación es obligada judicialmente a indemnizar con varios miles de euros a los trabajadores, pero la Junta hace caso omiso de la denuncia y continúa financiando a O´Belén. En 2007 será un trabajador del centro “La Jarosa” quien denuncie al Defensor del Pueblo las violaciones de los derechos humanos de las que fuera testigo. Ya en 2009 son otros tres trabajadores de "Picón de Jarama" quienes se deciden a dar testimonio de su experiencia. Durante todo este tiempo, decenas de trabajadores se dan de baja voluntariamente de los centros (según el Defensor del Pueblo sólo en 2008, 48 educadores se dieron de baja voluntaria en Picón de Jarama, a los que se suman otros 9 despedidos y 3 bajas psicológicas). Ante las denuncias de los trabajadores y las quejas de los propios chavales en 2007 comienza la acción social contra el entramado O´Belén, que derivaría en multitud de actos, manifestaciones, concentraciones y gestos de repulsa que aún hoy continúan.

El entramado O´Belén se ha cobrado ya la vida de al menos tres adolescentes: Saray Granados (14 años) que se lanzó de la furgoneta que la llevaba de vuelta a Casa Jóven, Hamid Amrani (13 años) que se ahorcó estando en aislamiento en Picón de Jarama y David (12 años) fallecido en extrañas circunstancia en “Baix Vinalopó “. El Defensor del Pueblo hacía público a principios de 2009 un demoledor informe donde se señalaban varios de los métodos de maltrato empleados por O´Belén, pero pese a las muertes y el enorme sufrimiento producido por este entramado, Emilio Pinto Rodríguez sigue impune.